Una casa de huéspedes romántica del siglo XIX, impregnada de estilo europeo, lleva a los visitantes a otra época.
Dormitorio cálido
El cómodo dormitorio de la cabaña de huéspedes está escondido bajo el techo inclinado del piso superior. Las cortinas de Waverly enmarcan la ventana sobre la cama, creando un efecto capullo. "En lugar de tratar de alegrar una habitación con sombra, elegí paredes de color gris paloma para que se sintiera cálido y acogedor", explica Millena.

El alambre de pollo y la tela designan puertas de armario.
Decorando las esquinas
Alrededor de 1900, los marcos suecos se convirtieron en hermosos espejos que flanquean las paredes sobre el tocador de la esquina en el baño compacto. El nuevo fondo de pantalla Brunswig & Fils le da al espacio el encanto de la vieja casa.
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