Las orugas se mueven lentamente, lo que las hace presa fácil.
La oruga es un miembro regordete, nutritivo e increíblemente lento de la familia de los insectos, lo que la convierte en un aperitivo popular para muchas criaturas más grandes. Las orugas son la etapa de larvas de los insectos, como las polillas y las mariposas, y además de ser un blanco fácil para los depredadores debido a sus cuerpos suaves y de movimiento lento, la oruga se ve obstaculizada por una visión extremadamente pobre. Estos insectos ricos en proteínas son muy bajos en la cadena alimentaria y tienen muchos enemigos, como pájaros, pequeños mamíferos, reptiles, anfibios e incluso humanos.
Aves
Las orugas mantienen su energía principalmente a través del consumo de materia vegetal, como hojas, tallo, flores y raíces, por lo que estos insectos blandos a menudo se encuentran avanzando lentamente a lo largo de las ramas de los árboles, colocándolos en un territorio privilegiado para ser cazados por las aves. El pico afilado de un pájaro puede romper fácilmente una oruga con forma de gusano, y es el bocadillo ideal para compartir con cualquier pajarito en el nido.
Pequeños mamíferos
Los pequeños mamíferos, como los roedores (ratones, ardillas y ardillas) y los erizos, ocupan un lugar destacado en la lista de enemigos de la oruga. Las orugas tienden a esconderse en cualquier entorno que coincida más estrechamente con su color, y en algunos casos, el marrón de la tierra y los troncos es el lugar ideal para que moren y sean encontrados por una pequeña criatura que busca alimento.
Reptiles y Anfibios
Los reptiles y anfibios, como los lagartos y las ranas, basan la mayoría de su dieta en insectos, por lo que son un depredador natural de la oruga. Algunas orugas habitarán más cerca de las fuentes de agua, convirtiéndolas en objetivos principales de estas criaturas.
Humanos
Los humanos representan una de las mayores amenazas para las orugas porque los insectos son vistos como plagas que pueden causar estragos en un árbol frutal o huerto favorito. Las orugas están constantemente comiendo materia vegetal, y una gran infestación de los insectos puede diezmar una planta. Puede eliminar los insectos, seguido de aplastar o reubicar, en casos menores y recurrir a la pulverización química para matar las plagas no deseadas en las infestaciones más graves.