Desde los albores del tiempo, a todos nos han enseñado que los gallos cantan, las vacas muu, los perros ladran, los gatos ronronean y los gallos cloquean. Pero puede sorprender a algunas personas descubrir que cuando las gallinas son más felices y cómodas, pueden ronronear como pequeños gatitos.
Tal fue el caso de Sweetie. Tuvo un comienzo difícil en la vida como gallina de batería, viviendo en una jaula tan pequeña que ni siquiera podía extender sus alas. Pero su destino dio un giro amable cuando fue rescatada por el Santuario de Animales de la Granja del Río Manning, quien se aseguró de que obtuviera todo el amor, el afecto y la atención que merecía. Debido a que Sweetie ha tenido una existencia tan trágica, y debido a que no es una de esas gallinas malcriadas que han sido mimadas en un gallinero de lujo durante toda su vida, realmente aprecia su nueva vida cómoda y vocaliza su dicha con los ronroneos más adorables.
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