Los filetes de Ribeye son un corte de carne popular, pero se congelan de la misma manera que otros filetes. El primer aspecto, y el más importante, de los filetes congelados es asegurarse de que estén bien envueltos. Cuando los filetes no se envuelven correctamente, la humedad se escapará y puede causar quemaduras en el congelador, lo que hace que su filete esté seco, descolorido y poco apetitoso (aunque todavía es bueno para comer). La envoltura y la congelación adecuadas mantendrán sus filetes de chuletón sabrosos durante mucho tiempo.
Cosas que necesitarás
- Envoltura de plástico
- Papel congelador
- Cinta de papel
- Bolsa de congelador Ziplock
- Marcador
Corte un trozo de envoltura de plástico de la cocina lo suficientemente grande como para superponer completamente los filetes de costilla que tiene la intención de congelar. Envuelva los filetes, asegurándose de que toda la carne esté cubierta.
Corte un trozo de papel del congelador, que se encuentra en los rollos de la tienda de comestibles, y envuelva los filetes como si fuera un regalo. Pega los extremos con cinta de papel.
Marque el paquete con "filetes de chuletón" y la fecha. Los filetes se deben comer dentro de los cinco meses para evitar quemaduras en el congelador.
Coloque los filetes envueltos en una bolsa de congelador con cierre hermético y ciérrelo. Coloca los filetes de chuletón en el congelador.
Consejos y advertencias
- Si sus filetes están preenvasados, en los segmentos que desee, simplemente envuélvalos en papel de congelador y luego póngalos en una bolsa de congelador con cierre hermético.