Un melón maduro es una merienda saludable.
El melón americano no es realmente un melón verdadero. Los verdaderos melones son nativos de Italia y solo se cultivan en Europa. Sin embargo, el melón americano es un pariente cercano, y es una fruta extremadamente saludable. El melón es un alimento bajo en calorías y una buena fuente de vitaminas A y C. Al igual que todas las frutas, los melones pueden contaminarse con patógenos peligrosos, por lo que es importante seleccionar un melón maduro y sin daños.
Revise el exterior del melón en busca de hematomas, puntos blandos o lágrimas. Los moretones y los puntos blandos indican un melón que está demasiado maduro y que puede haber empeorado. Un melón con una corteza externa dañada se echará a perder rápidamente.
Huele el extremo del melón donde estaba unido el tallo. Un buen melón debe tener un aroma fresco y dulce.
Asegúrese de que el melón no esté arrugado, gotee jugo o esté dañado donde se unió el tallo. Los patógenos que causan enfermedades transmitidas por los alimentos pueden ingresar a través de un área del tallo dañada.
Inspeccione el área donde se está almacenando el melón. Los melones son extremadamente vulnerables a la absorción de aromas y líquidos. Los melones deben almacenarse en áreas limpias y secas, lejos de carnes crudas y productos químicos.
Toca el melón con la palma de tu mano. Un melón maduro debería hacer un sonido hueco.
Consejos y advertencias
- Guarde un melón firme a temperatura ambiente durante varios días para obtener una carne más suave y exprimidora.
- En caso de duda, deséchelo. Los peligros de comer un melón contaminado superan con creces las recompensas.