El verano no está completo sin pollo a la parrilla. La técnica de cocinar alimentos a la parrilla a fuego alto se llama asar a la parrilla. El calor proviene de abajo y puede ser directo o indirecto, según la ubicación de los alimentos en la parrilla y la configuración del quemador. El pollo a la parrilla sobre una barbacoa tiene un sabor ahumado a la parrilla. Los cuartos de las piernas tienen mayor contenido de grasa, por lo que la carne estará jugosa y húmeda. El pollo a la parrilla lleva tiempo, pero el sabor vale la pena esperar.
Cosas que necesitarás
- Barbacoa o parrilla interior
- Cuarto de pierna de pollo
- Aceite de oliva
- Sal marina
- Pimienta negra
- Cepillo de cocina
- Tenazas

Paso 1
Calienta tu barbacoa a fuego medio. La temperatura ideal es de alrededor de 350 grados Fahrenheit.
Paso 2
Apague el fuego en un lado de su barbacoa si está usando una barbacoa de gas, o apile las brasas en un lado si tiene una parrilla de carbón. Esto le permitirá cocinar el pollo con calor directo e indirecto.
Paso 3
Sumerja su cepillo en el aceite de oliva y cepille ambos lados de sus cuartos de pollo. Luego espolvorea con sal y pimienta.
Etapa 4
Coloque el pollo sobre la parrilla a fuego directo. Mantenga la tapa abierta y permita que el pollo se cocine durante tres minutos por cada lado.
Paso 5
Levante el pollo con sus pinzas y muévase al otro lado de la parrilla. Cierre la tapa y permita que el pollo se cocine lenta y suavemente durante unos 45 minutos.
Paso 6
Revise el pollo para asegurarse de que los jugos salgan claros. Esto indica que la carne está cocida. Alternativamente, use un termómetro para detectar la temperatura interna de la carne. Debe ser de 170 grados o más.
Paso 7
Retire el pollo de la parrilla y sirva.