El reciclaje de papel puede no ser tan bueno para el medio ambiente como la gente piensa.
Muchos hogares, especialmente aquellos ubicados en áreas rurales, prefieren quemar su basura en lugar de pagar una tarifa por la recolección de desechos o llevarla a una instalación de reciclaje. Muchos consideran que la incineración de papel es una alternativa "más ecológica" al reciclaje, mientras que otros dicen que la combustión solo libera más químicos tóxicos a la atmósfera. ¿De qué lado está bien? La respuesta puede ser más matizada de lo que piensas.
La desventaja de la quema
Según la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU., Los hogares que queman la basura no solo están dañando su propia salud, sino que están colocando productos químicos y toxinas en la tierra, el agua y el aire a su alrededor. El humo causado por la quema puede causar erupciones cutáneas, náuseas o dolores de cabeza y puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas, asma y enfisema. La quema también produce dioxina, un químico altamente tóxico. La quema de hogares puede producir niveles más altos de dioxina que los incineradores industriales. Esto se debe a que la EPA tiene pautas estrictas sobre la quema industrial que les exige reducir sus emisiones de dioxinas. Además, la mayoría del papel y otros desechos domésticos se queman en barriles o fogatas. Quemar a nivel del suelo aumenta la probabilidad de que las dioxinas se filtren en la tierra y el agua subterránea.
Peligros de reciclaje
Sin embargo, el reciclaje puede no ser la mejor opción tampoco. Según un informe en la revista científica británica "Science Focus", el reciclaje de papel en realidad puede dañar el medio ambiente de varias maneras clave. Primero, las plantas de reciclaje están "en la red", lo que significa que usan la energía generada a partir de combustibles fósiles como el carbón. La combustión del carbón libera gases de efecto invernadero al medio ambiente, lo que contribuye al calentamiento global. El proceso de reciclaje también implica la eliminación de tinta en papel impreso, y Muchas de estas tintas están hechas con metales como el cromo, el zinc o el plomo, que pueden ser dañinos si se introducen en los suministros de agua. El papel también contiene cloro y otros químicos que se liberan durante el proceso de reciclaje.
Los lados
La tendencia a la quema de basura comenzó a fines de la década de 1970, cuando el reciclaje de los consumidores todavía estaba en pañales. Los años 70 también trajeron una mayor conciencia de los problemas ambientales, y la quema de "basura en energía" se consideró como un nuevo enfoque revolucionario y ecológico para el control de residuos. Esto se debía a que el papel quemado y otros materiales producían vapor, que podría usarse para alimentar generadores eléctricos. Quemar, por lo tanto, resuelve dos grandes problemas ambientales: qué hacer con los desechos y cómo generar energía. Y si bien el reciclaje de papel puede producir algunos subproductos poco saludables, algunas instalaciones están encontrando una forma de reutilizar ese lodo como combustible, reduciendo así su dependencia de la energía de la "red".
La línea de fondo
A pesar de sus defectos, ambos métodos de eliminación son mejores que simplemente tirar el papel. El treinta y tres por ciento de los árboles que se talan se utilizan para fabricar productos de papel, y la mayoría no se replanta. De hecho, la EPA informó que las fábricas de papel se encuentran entre los mayores contaminadores del mundo. El papel de descomposición también produce el gas de efecto invernadero metano. Queme o recicle si lo desea: la elección depende de usted. Simplemente no tires tu papel.