La parte más importante de la renovación del hogar es tener una visión; para poder ver no lo que es algo, sino lo que tiene el potencial de convertirse. Cuando Andrea Selkregg y su esposo, Malcolm, se mudaron a Portland, Oregon, su agente inmobiliario les mostró una granja de 100 años. Mientras que otros compradores en perspectiva lo consideraron un "derribo", la pareja vio el proyecto como una oportunidad para personalizar su hogar por completo según sus necesidades y gustos personales.
Comenzaron por darle al exterior una nueva capa de pintura, una luz en el porche y un nuevo paisaje para ayudar a mejorar la acogedora sensación campestre de la casa.
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Cuando se trataba de la cocina, querían que se sintiera abierta y brillante, por lo que pintaron los pisos de blanco e instalaron nuevos gabinetes, ventanas e iluminación. Una alfombra estampada agrega calidez al espacio.
Usando pintura blanca brillante, iluminación posterior y molduras de ventanas, la pareja hizo que su porche trasero se sintiera nuevo y moderno. Los paneles de pared y una alfombra roja profunda ayudan a mantener el estilo tradicional de la granja.
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