Las plántulas sanas eventualmente producen abundantes flores.
Los girasoles crecen fácilmente a partir de semillas sembradas directamente en el jardín, o puede comenzarlas en macetas de turba en el interior para un trasplante posterior. Las plántulas pueden sufrir algunos problemas al principio de sus vidas si no se les brinda la atención adecuada. El marchitamiento y la caída son algunas de las primeras señales de que algo está mal con las plántulas de girasol, o que sus condiciones de crecimiento requieren un cambio.
Amortiguación
La amortiguación de la enfermedad ocurre comúnmente en suelos excesivamente húmedos y fríos. Plantar en un medio de macetas estéril ayuda a prevenir la aparición del hongo que causa la amortiguación. Los girasoles no se trasplantan bien, así que comience en macetas de turba plantables si elige usar tierra estéril. Los girasoles afectados por el hongo se caen y mueren a medida que los cuerpos fúngicos invaden la planta joven. Los girasoles cultivados directamente en el lecho del jardín tienen poca protección contra cualquier hongo presente en el suelo. Evite el riego excesivo para evitar el crecimiento de hongos en las plántulas jóvenes.
Estrés hídrico
Los girasoles requieren humedad constante del suelo a lo largo de su vida, pero especialmente como plántulas. Demasiada poca agua hace que las plántulas se marchiten y se caigan. Aunque las plantas crecen bien en una variedad de suelos, un suelo que retiene suficiente humedad para no secarse completamente entre riegos evita el estrés hídrico. Modifique las camas exteriores con compost para mejorar la capacidad de humedad. Mantenga las plántulas iniciadas en interiores regadas al regarlas cuando la superficie del suelo se sienta seca. Evite el agua estancada, ya que eso puede hacer que las raíces de las plántulas se pudran o conduzcan a la amortiguación de problemas de hongos.
Corteza de suelo
La formación de costras en el suelo rara vez es un problema para los girasoles iniciados en interiores, pero puede afectar a los que comienzan directamente en la cama del jardín. Aunque el suelo permanece húmedo, la superficie se seca y se forma costra. Las plántulas tienen dificultad para empujar a través de la corteza del suelo. Algunas plántulas pueden morir antes de emerger, mientras que otras tienen una curva distintiva en el tallo al empujar a través del suelo, lo que hace que las plántulas se caigan. Rociar la superficie del suelo con vermiculita o musgo de turba finamente molido evita que la superficie del suelo se forme costra.
Luz y temperatura
Las condiciones soleadas y el clima cálido ayudan a las plántulas de girasol a crecer fuertes y saludables. Muy poca luz debilita las plántulas para que puedan marchitarse o caerse. Las plántulas de interior sufren de falta de luz con mayor frecuencia que las que crecen en el exterior. El uso de una luz de planta fluorescente durante el día asegura que las plántulas de interior reciban suficiente luz para crecer bien. Las temperaturas frescas pueden afectar las plantas de interior o exterior. Mantenga las plántulas alejadas de las corrientes frías en el interior y siembre afuera solo después de que las temperaturas hayan aumentado por encima de los 65 grados Fahrenheit.