Si alguna vez ha tratado con una mascota sucia, conoce el desafío que crea la hora del baño. Pero imagínese si lo contrario fuera cierto, y a su perro le encantaba meterse en la bañera aún más que oírle decir la palabra "auto". Lo creas o no, este Corgi hilarante es la anomalía descrita.
Desde que Misty era un cachorro, simplemente le encantan las duchas: saltar a ellas y dejar que el grifo le caiga por la cara, para beber o simplemente para empaparse. Ya sea en su propio baño o en las casas de otras personas, Misty corre a toda velocidad cada vez que escucha la palabra "ducharse". Ella ladra con claro placer, todo el tiempo, y es muy gracioso.
Observe cómo se produce la transacción y sepa que no está solo si su propio perro no se compromete como Misty.
(h / t YouTube)