
Las ventanas relucientes pueden ser suyas con una receta casera simple y económica. Usando un embudo, vierta tres cucharadas de amoníaco y una cucharada de vinagre en una botella de spray de un cuarto de galón con tapa de rosca, luego llene con agua fría. Por seguridad, recuerde etiquetar la botella. Si sus ventanas tienen un revestimiento de baja emisividad en la superficie exterior del vidrio, omita el amoníaco y aumente el contenido de vinagre de una a dos cucharadas.