Mantenga la temperatura de sus alimentos sin eliminar su humedad.
La comida que sale del horno sabe mejor, pero si tienes sobras, deberán permanecer a cierta temperatura para conservar su sabor. Si bien mantener los alimentos en el horno mantiene la temperatura, la humedad de los alimentos se pierde en el proceso, lo que seca las carnes y crea una textura áspera. La clave para mantener sus alimentos húmedos y calientes es una combinación de bajas temperaturas y artículos de cocina comunes.
Cosas que necesitarás
- Horno
- Almohadilla térmica
- Toalla de papel
- Caldo de verduras o pollo
Reduzca la temperatura del horno. Un horno calentado con una temperatura entre 200 y 250 grados proporciona calor a sus alimentos, pero no es lo suficientemente alto como para secarlos.
Use una almohadilla térmica debajo del plato de comida. Las almohadillas térmicas, que se encuentran en la sección de salud de las farmacias y supermercados, suministran calor ajustable sin eliminar los jugos naturales de los alimentos. Ajuste la almohadilla térmica al nivel 6 o 7, dependiendo de la cantidad de calor que desee usar para la comida.
Moje una toalla de papel con agua y cubra sus alimentos con la toalla de papel. Microondas la comida durante uno o dos minutos, y retire la toalla de papel. La humedad de la toalla de papel se absorbe en los alimentos, lo que mantiene la ternura de los alimentos mientras se calienta.
Calienta el caldo de pollo o vegetales como se indica en el paquete, y rocía tus alimentos con el caldo para mantener la humedad de los alimentos.