Prolongue la vida de su ajo almacenándolo adecuadamente.
El ajo se conserva bien en almacenamiento seco, pero la congelación puede extender aún más la vida útil del almacenamiento. Los dientes de ajo descongelados pueden no tener la misma crujiente que el ajo almacenado en seco, pero aún son adecuados para su uso en platos cocinados. El método de congelación depende de cómo planeas usar el ajo. El ajo en aceite funciona bien para su uso en alimentos salteados y salsas, mientras que los dientes enteros son preferibles para las recetas que requieren ajo entero o picado.
Cosas que necesitarás
- Cuchillo
- Tarro de almacenamiento
- Aceite de oliva
- Procesador de alimentos
Paquete seco de congelación
Pelar los dientes de ajo. Deje los dientes enteros o córtelos en trozos más pequeños, según lo desee.
Coloque los dientes en un recipiente de almacenamiento en el congelador. Los recipientes de vidrio para congelador son preferibles, ya que el aroma del ajo cortado puede cambiar el sabor de los alimentos almacenados cerca.
Guarde el recipiente sellado en el congelador. El ajo congelado conserva su sabor hasta por un año.
Congelación de paquetes de aceite
Mezcle una parte de ajo pelado con dos partes de aceite de oliva. Coloque el ajo y el aceite en un procesador de alimentos.
Haga puré el ajo hasta que alcance la consistencia deseada. Haga puré hasta que quede suave o deje algunos trozos de ajo en el aceite, como prefiera.
Vierta el puré de ajo en un recipiente congelador, dejando 1/2 pulgada de espacio libre en la parte superior del recipiente. Selle el recipiente cerrado y congélelo. El ajo lleno de aceite no se congela sólido.
Consejos y advertencias
- Los bulbos de ajo enteros sin pelar también se congelan bien.
- Envuelva dos veces el ajo en dos bolsas de almacenamiento en el congelador si no tiene frascos de vidrio. La doble capa de plástico ayuda a evitar la transferencia de olores en el congelador.