Derretir queso cheddar no es difícil
El Cheddar es un queso bastante duro que se transformará en un queso de flujo suave que se usa para una variedad de propósitos cuando se derrite. Como con todos los quesos, se requiere un proceso específico para derretir el queso cheddar para evitar que se queme, se rompa o se vuelva duro y fibroso, y la paciencia es la clave. Siempre derrita el queso en una caldera doble para eliminar la posibilidad de quemarlo.
Cosas que necesitarás
- Caldera doble
- Trituradora de queso
- Batidor
Elige el queso que quieras usar. Aunque todos los cheddars se derriten, los cheddars afilados y bajos en grasa contienen menos grasa, leche y aceites, lo que los hace más difíciles de derretir. Use un queso cheddar suave y alto en grasa para obtener los mejores resultados. Esto evitará la posibilidad de tener que agregar leche y un roux de harina al queso para que se derrita sin problemas.
Lleve el queso a temperatura ambiente antes de derretirlo. Triturar con un rallador. Agregue unas gotas de jugo de limón al queso rallado para reducir la formación de filamentos mientras se derrite.
Llena la sección inferior de una caldera doble con agua. Coloque la mitad superior de la caldera sobre el agua. Ajuste la estufa a fuego lento.
Coloque el queso rallado en la parte superior de la caldera y revuelva cada pocos minutos hasta que comience a derretirse. Una vez que comience a derretirse, bate para descomponer los grumos hasta que el queso esté completamente suave.
Mantenga el queso cheddar caliente mientras lo sirve para evitar que se agarrote y endurezca.
Consejos y advertencias
- Siempre caliente el queso cheddar y otros quesos a baja temperatura. Calentar el queso demasiado rápido hará que las grasas y los aceites se separen, y será mucho más difícil usar el queso derretido.
- Para un queso más cremoso, o para usar en recetas, derrita con una mezcla de roux y leche (bechamel). Mezcle una parte de mantequilla derretida y una parte de harina en una cacerola hasta que espese. Mantenga el calor bajo para evitar dorar el roux. Agregue suficiente leche para crear una textura similar a la sopa. Continúa mezclando la harina y la leche hasta que comience a espesar. Agregue el queso rallado a la mezcla de harina y revuelva continuamente hasta que se derrita.