El papel de aluminio proporciona aislamiento para las carnes y las mantiene frescas en el congelador.
El hígado es una carne rica en proteínas que ofrece muchas vitaminas y minerales esenciales, como hierro, zinc, selenio y cobre. Esta carne relativamente barata puede ser dura y tiene mejor precio cuando se cocina lentamente y a fuego lento, utilizando un método como estofar o saltear. El hígado de varias razas de animales tiene un sabor ligeramente diferente, pero todos están conservados y preparados de la misma manera. Como la mayoría de las carnes, el hígado solo es bueno durante unos días si está refrigerado, pero puede durar hasta cuatro meses si se almacena adecuadamente en el congelador.
Cosas que necesitarás
- Cuchillo
- Papel de aluminio
- Marcador permanente
Corte el hígado en porciones que se usarán en una sola comida. Si el hígado ya está cortado, simplemente sepárelo en porciones para que pueda descongelarse por separado cuando esté listo para usar. Esto evita que descongele y vuelva a congelar el hígado, lo que puede provocar una pérdida de integridad y sabor.
Envuelva cada porción de hígado en un trozo de papel de aluminio. Apriete bien los bordes de la lámina.
Marque el papel de aluminio con una fecha de vencimiento: el hígado congelado es bueno durante cuatro meses.
Coloque el hígado en el congelador y evite descongelarlo hasta que se vaya a usar.
