La forma en que se dispara una olla puede afectar el producto final.
La cocción es esencial en la cerámica. Se aplica calor a una pieza de arcilla cruda que se ha esmaltado. La cocción fija el esmalte y endurece la arcilla para crear una pieza que pueda resistir el uso diario. La temperatura a la que se dispara una pieza varía con la elección de las técnicas de fuego alto o fuego bajo. El alfarero debe comprender la diferencia entre las técnicas de cocción para crear la mejor pieza de cerámica posible.
Temperatura
La cerámica se cocina en un horno a temperaturas medidas en conos. La cocción baja se realiza a temperaturas de cono de hasta cuatro o seis. El fuego alto es fuego de alta temperatura en rangos de cono de seis a 10. Las temperaturas de cono de más de 10 están reservadas para vidrio de cocción y arte chino sobre vidriado. En cerámica y arcilla, el cono 10 y superior disminuye la resistencia de la pieza.
Apariencia
Cada pieza esmaltada debe ser disparada adecuadamente. Se prefiere fuego bajo para la cerámica de colores brillantes o con diseños intrincados. La baja temperatura de cocción permite que el esmalte se coloque sobre la cerámica sin oscurecer el diseño. High fire se usa en piezas que no son intrincadamente diseñadas o coloridas. De hecho, la técnica de fuego alto puede agregar manchas a la cerámica, ya que el esmalte se mancha con el calor intenso. El esmalte corre, manchando el diseño, pero fusionándose con la pieza para una mejor impermeabilización.
Fuerza
Las técnicas de fuego bajo y alto afectan la vitrificación. La cerámica se vitrifica cuando el calor es muy alto. Se endurece, volviéndose más y más fuerte como resultado. El fuego bajo no fomenta la vitrificación completa. El resultado es una cerámica que no es tan fuerte como las piezas de alto fuego. Las piezas no están completamente fusionadas, lo que hace que las piezas intrincadas sean más frágiles. El fuego alto permite la fusión completa de todas las piezas, el endurecimiento completo y un acabado similar al vidrio.
Tipos de cerámica
Los alfareros usan las dos técnicas de cocción para crear diferentes cualidades en la cerámica terminada. El tipo de material y su uso previsto se consideran antes de que el alfarero emprenda la cocción. La arcilla y otros materiales de loza funcionan mejor en fuego bajo, mientras que la porcelana, la cerámica y el gres reaccionan perfectamente con la técnica de alto fuego.