Redecorar puede ser muy parecido a tirar de un hilo suelto. Empiezas a jugar con una pieza y, antes de que te des cuenta, todo se deshace. Su descontento indica la necesidad de un cambio de imagen de la habitación.
Al menos así fue como le sucedió a Angie Chávez, blogger de Knick of Time y autoproclamada "chica de campo dura". Así es como se veía su baño antes de ponerlo en sus manos:
Después de quitar los tapetes que colgaban sobre el lavabo del baño para lavarlos, decidió que no los volvería a poner. Poco después, tuvo la picazón de redecorar todo el espacio. Se le ocurrió que no le gustaba el color turquesa de la pared del baño. Angie reflexionó sobre si volver a pintar o no, y finalmente decidió hacerlo. El proceso tomó tres trabajos de pintura, ¡y tres viajes a la ferretería! Para obtener el tono exacto de blanco cremoso que ella quería. (¡Oye, la tercera es la vencida!)
Con el trabajo de pintura terminado, Angie se movió por los diferentes elementos de su decoración existente e implementó nuevas piezas como un letrero hecho a mano, perchas decorativas y un nuevo soporte vintage de papel higiénico. (Consejo: agregar y restar diferentes accesorios de decoración es una forma fácil y económica de actualizar cualquier habitación). También decidió agregar un poco de espacio de almacenamiento adicional a su pequeño baño e instaló un estante para unos botes de boticario llenos de artículos de tocador. La pared detrás de la puerta presenta partituras reutilizadas, un toque inesperado al cerrar la puerta.
Después de todo lo dicho y hecho, Angie ama su nuevo baño, y nosotros también. Es funcional y hermoso, y realmente, ¿qué más se puede pedir?
Vea la transformación completa en A Knick of Time.
