La chapa es un metal formado en una pieza plana, tal como su nombre lo indica. Viene en varios tamaños y se utiliza para innumerables aplicaciones como conductos, letreros de tubos y piezas de automóviles. Para aplicaciones que lo requieran, las láminas de metal se pueden pegar para formar una pieza más gruesa. El pegado de chapa es fácil y se puede completar en minutos.
Cosas que necesitarás
- Acetona
- Trapo limpio
- Adhesivo epoxi
Coloque las dos hojas que va a pegar en una superficie plana y vierta acetona en un trapo limpio. Frota el trapo sobre toda la superficie de los dos lados de la chapa que vas a pegar. Frote bien y elimine toda la grasa y otra mugre de la chapa.
Limpie las sábanas con un trapo húmedo, eliminando todo el exceso de acetona y la suciedad restante de la superficie. Seque la chapa con un trapo limpio.
Extienda pegamento epoxi sobre la lámina de metal. Eche una cuenta en el centro y una a cada lado a tres pulgadas del borde. El epoxi se extenderá por sí solo cuando las piezas se junten, por lo que tres cuentas son todo lo que se necesita. Repita el proceso para la otra pieza de chapa.
Coloque una pieza de chapa en la otra y alinéelas para que estén uniformes. Empuje hacia abajo firmemente para asegurar una unión firme. Pasa las manos por toda la superficie.
Limpie con un trapo limpio cualquier exceso de pegamento que haya salido a chorros.