El tomate proporciona la columna vertebral para sopas y salsas.
Párese en el pasillo de cualquier tienda de abarrotes y, sin duda, se preguntará acerca de las diferencias entre ciertos productos. ¿Qué es exactamente lo que separa la salsa de tomate y la sopa de tomate? Si bien ambos alimentos están basados en tomate, no debes usarlos indistintamente. La diferencia tiene tanto que ver con los ingredientes como con la ejecución.
Ingredientes
Ambos productos comienzan con tomates. La salsa consiste en tomates gruesos cocinados con ajo y hierbas. La salsa de tomate hecha comercialmente a menudo contiene otros ingredientes, como vino tinto, salchichas, cebollas, queso, pimientos rojos picantes o pimientos verdes suaves. La sopa de tomate, por otro lado, es a base de caldo o leche, con puré de tomates, sal y pimienta. También se puede preparar con aromáticos como apio, zanahorias u hojas de laurel.
Viscosidad
La sopa de tomate y la salsa de tomate difieren ligeramente en cuanto a su grosor cuando se vierten de sus respectivos recipientes. La sopa de tomate, incluso la versión condensada, generalmente fluye suavemente cuando se vacía en una olla. La salsa de tomate es mucho más espesa; tiene una consistencia más parecida a la salsa, saliendo en trozos y saltos del frasco, en lugar de salir en un vertido suave.
Contenido calórico
Según DietBites.com, una taza de sopa de tomate tiene alrededor de 85 calorías, mientras que la misma cantidad de salsa de tomate con espagueti tiene entre 74 y 136 calorías, dependiendo de los ingredientes utilizados. La salsa de tomate puede tener más calorías debido a que el fabricante agrega verduras, carnes o quesos a la salsa. Si bien siempre habrá diferencias menores en la estimación de calorías debido a los ingredientes utilizados, en general, la salsa de tomate tiende a tener más calorías que la sopa de tomate.
Sugerencias de servicio
La sopa de tomate suele ser una comida independiente, aunque se puede servir junto con un sándwich tostado. Algunas personas también agregan arroz o pasta cocida, salsa picante, verduras o queso rallado a la sopa de tomate para darle un sabor o cuerpo adicional.
Por el contrario, la salsa de tomate generalmente no se consume sola, sino que se usa como condimento para otro alimento, como la pasta o como aderezo para la pizza. La salsa de tomate también puede agregar sabor a las tortillas, bagels de pizza, pollo parmesano o vegetales horneados.
Apariencia
La salsa de tomate generalmente es de color rojo brillante (no muy diferente al color de una señal de stop), mientras que la sopa de tomate puede ser un poco más pálida, incluso casi rosa si se hace con leche. Los colores pueden variar ligeramente según el fabricante o la receta. Cuando se vierte en un tazón poco profundo, la sopa hará ondas si deja caer algo en el tazón, mientras que la salsa de tomate no.