Hay algunas personas que nunca son felices, y luego hay criaturas dulces como Pippa que necesitan tan poco para estar llenas de alegría. Esta querida canina en Brisbane, Australia, vive para buscar el correo del cartero Martin Studer y devolverlo a su familia.
Le encanta hacer esta tarea tan simple que Martin se ha dedicado a escribir sus pequeñas cartas en los días en que no tiene correo para entregar.
Después de todo, no querría decepcionar a la vieja. Solo mira esos ojos grandes, marrones e implorantes.
Martin publicó las fotos en Facebook, donde rápidamente se volvieron virales, como un recordatorio de que a veces no es necesario hacer mucho para alegrar el día a alguien.
Ahora, la pregunta es, ¿sabe la anciana que la está engañando, y solo jugando para hacerlo feliz también?